Empecemos desde el principio
Cuando ella descubrió todo el control que querían ejercer hace a ella
En su contra y sin su permiso
Ella que solo cree en la luz del sol que alumbra el día
Y la luz de la luna que ilumina la noche
Entendió que en la falsedad de la vida
Se cruzó con personas que estaban en contra de sus creencias
Personas en las que no había posibilidad de aceptación ni de tolerancia
Extraño y triste porque en algún momento pensó que eran buenas
Que creían tanto en sus triunfos como ella
Que sentían sus faltas igual
Pero al ser algo completamente distinto
Se sintió rodeada y amenazada como si estuviera entre la espada y la pared
No sabía que hacer
No sabía a donde huir
Pero entre sus llantos y miedo encontró el coraje que tenía guardado
Su arma secreta que la llenó de fuerzas cuando mas las necesitaba
Y con toda sus fuerzas se paró y los miró fijamente a los ojos
Con sus lagrimas ya secas y fuerzas revolviendo
Les dijo, no es que los odié, al contrario–es que no los quiero
Y con esa misma fuerza y todo el coraje que tenía por dentro
Tomó en sus manos el coco, el mismo en el que ellos creían tanto
De su mano derecha lo pasó a la izquierda alzando lo
Para luego estrallarlo en piso con todo su trabajo
Se habrió en 4 partes
En 3 por cada década de mentiras que ellos le daban
Así como si fuera un alimento necesario
Y la cuarte por la nueva etapa que iba comenzar
Y así como fluía la leche del coco por el piso
Avanzaban sus pasos sin mirar atrás
Con una luz interna
Reflejando el sol, la luna y ahora las estrellas
Obras del Gran Maestro
Su primer amor…
Bionica
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